Hay veces que se aprende más de los errores que de los aciertos, por
eso hoy vamos a centrarnos en lo que conviene evitar cuando uno habla en
público.
- No saber lo que quieres conseguir. No puedo enfocar mi charla igual si lo que pretendo es informar, vender, convencer, ganar prestigio o ganar dinero… Si tú no lo tienes claro es realmente difícil que lo consigas.
- Que tu discurso y tu imagen no se ajusten a la audiencia. No es lo mismo hablar ante un grupo de banqueros que ante uno de estudiantes, aparte de que, probablemente, este último sea más divertido, convendría preparar algo más informal (incluida tu indumentaria).
- Pretender mostrarse diferente de como uno es o tratar de aparentar saber más, la naturalidad es uno de los principales valores de un conferenciante.
- No hacer contacto visual con los asistentes. La mirada es uno de los mejores antídotos contra la distracción, te ayudará a mantener la atención de todos. (Bueno, no prestes mucha atención a ese de la segunda fila que da cabezadas, igual no es que se aburra sino que ha dormido mal).
- [...]
>>> Ver artículo original completo en: http://nataliagomezdelpozuelo.wordpress.com
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