CaixaBank ha celebrado esta mañana su primera Junta General de Accionistas (JGA) desde que anunciara la compra de Banca Cívica. Una operación que ha centrado buena parte del discurso de su presidente, Isidro Fainé, que ha destacado las bondades de la misma al asegurar que aportará una nueva dimensión al proyecto del grupo, les permitirá reequilibrar su presencia territorial y aportará valor al accionista, convirtiendo CaixaBank en la primera entidad española por ranking de activos y con una cuota de mercado nacional del 16,1%.
Ante un aforo de 14.314 accionistas, Fainé ha recordado también las dificultates que está atravesando Europa. En este sentido, ha alabado las medidas cuantitativas llevadas a cabo por el Banco Central Europeo (BCE), aunque añadiendo que todavía hay que hacer más. Cree que las políticas monetarias de los bancos centrales seguirán siendo acomodaticias, y no espera un aumento de tipos por parte del organismo europeo, al menos, hasta mitad de 2013. De momento, ellos tienen sus necesidades de liquidez cubiertas para hacer frente a los vencimientos de los próximos tres años.
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