La integración de Banca Cívica en CaixaBank dará lugar a un nuevo líder
en el mercado financiero. El banco de La Caixa pasa a ser el primero de
España por volumen de activos en una operación no buscada por ninguna de
las dos partes. Las cuatro cajas de Banca Cívica --Navarra, Cajasol,
Canarias y Burgos-- tenían una buena situación, con ciertos problemas
por el protagonismo en el mando, mientras que CaixaBank tampoco
necesitaba una operación corporativa. Las nuevas exigencias del Gobierno
sobre dotaciones extraordinarias por el riesgo inmobiliario obligaron a
Banca Cívica a buscar un socio con fortaleza suficiente para, tras la
integración, mantener las ratios de capital exigibles. Efectivamente, la
nueva entidad tendrá un 10,4% de 'core capital' y una capitalización
bursátil de 16.000 millones. La Caixa, propietaria de CaixaBank, gana
tamaño, depósitos y clientela en territorios donde el solapamiento con
Banca Cívica no es excesivo; mantendrá el 61% de las accciones, mientras
que otro 34% se repartirá entre las cuatro cajas. Los beneficios
correspondientes a esos porcentajes permitirán mantener vivas las
respectivas obras sociales. Esta operación es un nuevo paso en el
proceso de reestructuración del sistema financiero. Y el próximo será la
adjudicación de CatalunyaCaixa, que tendrá lugar antes del verano y que
supondrá otro cambio en el escenario bancario. Si esta entidad es
adjudicada a uno de los grandes --el BBVA ya ha dicho que tiene interés,
mientras parece que el Santander no está por la labor de crecer dentro
de España--, el ranking bancario volvería a sufrir modificaciones.
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