El algoritmo de Dios es un término que surgió en la búsqueda de aquel algoritmo que indicara los pasos mínimos que resuelven un cubo de Rubik cualquiera. El término se usa profusamente, no sólo para el cubo de Rubik.
Mucho antes de conocer dicho término, cuando me encontraba con diversos tipos de problemas, ya me asaltaba recurrentemente una pregunta irrelevante (para el caso que me ocupaba), pero que espero te haga pensar un poco en la importancia de algunas cuestiones que quizás no conoces:
“¿Qué solución daría Dios si fuera él quien resolviera el problema?”
Lo más sorprendente quizás, es que “las soluciones de Dios” no sólo no están vedadas al intelecto humano, sino que son numerosas y prolíficas. Veamosló.
Poniendo condiciones a Dios
Las metáforas con frecuencia nos ayudan a pensar (a mi sí) y la cuestión que planteo, no tiene nada que ver con la filosofía ni metafísica, la cuestión “casi” se podría haber planteado cambiando a Dios por: “el hombre más listo de la historia”, “una raza alienígena super-inteligente”, etc… usar la idea todopoderosa de Dios, es una forma inequívoca (creo) de indicar que lo que me interesa dado un problema es:
“¿cual es la solución/respuesta PERFECTA?”
Un ejemplo. Muchos conoceréis la Demoscene, si no la conoces, te estás perdiendo la fórmula 1 del códing (con permiso de SIGGRAPH). Uno de los “piques” que más me gustaban era del estilo siguiente:
“Dada una máquina concreta, con una CPU concreta, caché concreta, velocidad de reloj concreta, memoria concreta, tarjeta de vídeo concreta, sistema operativo concreto, etc… escribir un programa de no más de 4k bytes que imprima la mayor cantidad de dígitos de Pi en 30 segundos. (El valor final se calculará al promediar el resultado de 10 ejecuciones)”.
[...]
>>> Ver artículo original completo en: http://www.genbetadev.com
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