Banca Cívica cierra el 2 de agosto sus oficinas centrales en Madrid

La sede de Banca Cívica en el Paseo de Recoletos de la capital madrileña quedará desmantelada y progresivamente sin personal a partir del próximo 2 de agosto, apenas unos días después de que se haya consumado formalmente el proceso de fusión con CaixaBank. Con el fin de la sede operativa del SIP en el que participa Caja de Burgos terminan apenas dos años de aventura financiera y se inicia una nueva etapa para los cerca de 300 empleados, procedentes de las cuatro cajas de Banca Cívica, que han ocupado estas dependencias. 

El cierre de la primera sede social de Banca Cívica, que se trasladaría a Sevilla en noviembre de 2010 tras la entrada de Cajasol en el grupo financiero (aunque mantendría su función financiera), fue comunicada a los representantes de los trabajadores en la última reunión de la mesa laboral celebrada el pasado martes, encuentro en el que se continuó con el proceso de seguimiento y matización de los acuerdos laborales para la integración alcanzados el pasado 22 de mayo.


Según las estimaciones de CCOO y UGT, el cierre de Madrid afectará a cerca de 40 de los antiguos trabajadores de Caja de Burgos que desde primavera de 2010 optaron por trasladarse a la capital de España para impulsar el nacimiento de Banca Cívica. La alternativa para este personal, indican desde los sindicatos, es parecida que para el resto de plantilla que ocupó el edificio del Paseo de Recoletos: regreso a la Casa del Cordón (o a las sedes centrales de Cajasol, Caja Navarra y CajaCanarias) y a esperar a las propuestas que les lleguen para su progresiva integración en la red de oficinas de CaixaBank. En su defecto, les queda su incorporación al plan de prejubilaciones (si tienen una edad 54 y 55 años), bajas incentivadas y suspensiones de contratos acordado a finales de mayo.


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