(Fuente: marmengual.wordpress.com/) |
- Carecer de un objetivo claro y de unos temas concretos a tratar.
- Quedarte sentado o estar hablando por teléfono cuando entra tu interlocutor. Como dijo Groucho: “nunca tendrás una segunda oportunidad de causar una primera buena impresión“.
- Dar un apretón de manos “mediado” o con la mano blanda. Eso es especialmente importante para las mujeres que lo suelen hacer más que los hombres.
- No mirar a los ojos ni sonreír cuando saludas y te presentas.
- Olvidar el nombre de tu interlocutor en cuanto te lo dice. Haz un esfuerzo de retención: merece la pena. No hay sonido más armonioso para el ser humano que su propio nombre.
- Empezar a hablar sin dejar tiempo a la otra persona de sentarse y ordenar sus ideas.
- No saber o haber establecido una duración concreta de la reunión, ya que en función del tiempo disponible podrá uno extenderse más o menos en cada tema.
- Escuchar solo a medias las preguntas que te hacen lleva a responder otra cosa.
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>>> Ver artículo original completo en: http://nataliagomezdelpozuelo.wordpress.com
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